Amo el inglés, pero no siempre fue así. En el instituto y bachiller odiaba los ejercicios de gramática y memorizar listas de vocabulario. Hablar y escribir en inglés era una pesadilla.
Todo cambió cuando me apunté a una academia porque necesitaba la titulación de B1 para la universidad. Allí, los profesores amaban el idioma y me contagiaron su pasión.
Poco después conocí a mi pareja, nuestro idioma común era el inglés y empecé a usarlo todos los días. Siete años después, he conseguido mi titulación C2 de Cambridge, la certificación CELTA para enseñar inglés en cualquier lugar del mundo y he trabajado como profesora del idioma, durante 4 años, con diferentes grupos de edad y niveles.
Desde mi primer año decidí que sólo hablaría en inglés a mis estudiantes y fue todo un acierto. He tenido el privilegio de verles progresar y pasar de preguntarme: “¿qué?” a entenderme y traducirme a sus padres y amigos. Sus progresos y confianza en el idioma son dignos de admirar y me siento muy orgullosa de ellos. ¡Por eso he decidido embarcarme por mi cuenta en este nuevo proyecto! ¡Quiero continuar ayudando a no odiar el idioma! ¡A dejar atrás el miedo a hablarlo!
Ya no sólo amo el inglés, sino también enseñar porque todos mis alumnos tienen un lugar en mi corazón. ¿Quieres que tus hijos aprendan inglés? Permíteme ayudarles. 😊
Esta soy yo. En este vídeo os cuento mi acertijo favorito. ¡Espero que logréis descubrir la solución! Y si no, no pasa nada, la respuesta está en los comentarios.
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